Si bien Luis Caputo será parte de la negociación, el viernes no estará en el primer encuentro; Francos confirmó que restituirán los fondos de la coparticipación a través del impuesto a los ingresos; habrá varias reuniones en los próximos días
Restitución del impuesto a las Ganancias para recomponer la coparticipación federal e interlocución con funcionarios de alto nivel (con los tomadores de decisiones). Esa es la letra chica de la invitación del Gobierno hacia los gobernadores para comenzar un sendero con la vista puesta en el «Pacto del 25 de Mayo». Es el inicio de un camino de 80 días, tantos como los que Javier Milei lleva en el gobierno.
La primera reunión entre los funcionarios nacionales y los gobernadores está prevista para este viernes en la Casa Rosada, en horario a definir. Habría otros encuentros la semana próxima con aquellos mandatarios que no puedan estar en Buenos Aires por temas de agenda. También con los jefes de bloque del Congreso.
Los mandatarios provinciales venían reclamando diálogo con altos funcionarios nacionales, Milei incluido, tras la primera experiencia con el debate de la ley Bases en sesiones extraordinarias. En aquel momento, además de Guillermo Francos, los interlocutores de la Casa Rosada con el resto de la política fueron el vicejefe de Gabinete, José «Cochi» Rolandi (articulador técnico del contenido del proyecto) y el asesor Santiago Caputo (estratega político del Presidente), además de otros enlaces, como el secretario de Relaciones Parlamentarias, Omar De Marchi.
El Gobierno dio una señal el lunes, cuando el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro de Economía, Luis Caputo y el ministro del Interior Francos mantuvieron una reunión iniciática del nuevo proceso político que pretende culminar con un gran acuerdo nacional en mayo y que tendrá como escala obligada el tratamiento de la nueva «ley Bases» junto con el paquete fiscal.
Este viernes, a los gobernadores los recibirán Posse -que hasta acá había actuado como un gerente interno del gabinete y ahora tendrá su primer gran careo político- y Francos. Caputo, que tiene la última palabra sobre la caja, en principio no estará. El ministro de Economía tiene previsto viajar el miércoles a última hora a la asamblea anual del BID, que culmina el domingo.
Este miércoles, sin embargo, todos los responsables de las carteras económicas de las provincias están citados a una reunión con el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. Se trata de un encuentro previsto hace tiempo para presentar la agenda de trabajo de la Subsecretaría de Relación Fiscal con Provincias, pero que podría resignificarse a la luz de la nueva coyuntura política.
Si bien la ausencia de Caputo podría decepcionar a algunos gobernadores, en la Casa Rosada dicen que la de este viernes será la primera reunión de varias. La presencia del Presidente no está confirmada. «Javier podría pasar a saludar, incluso sentarse, pero no va a estar en el intercambio chiquito», advirtió un funcionario al tanto de la estrategia política. Impuesto a los ingresos
Respecto al contenido, Francos confirmó en las últimas horas que la carta de negociación del Gobierno será la restitución de los fondos coparticipables a través del impuesto a las Ganancias. «Es un pedido de los gobernadores que los ayudemos a solucionar sus problemas fiscales y en ese sentido nosotros vamos a plantear la puesta en vigencia otra vez del impuesto a los ingresos», dijo el ministro en Expoagro. Luego, en diálogo con LN+, dijo que «fundamentalmente» la recomposición de los recursos girados a las provincias será a través de una mayor recaudación de ese tributo.
En el Gobierno dicen que todavía no está definido cuál será el nuevo mínimo no imponible del gravámen que pesa sobre los ingresos y sobre el salario. Tampoco cómo serán las nuevas escalas. Solo está definido que esa será la vía para restituir los fondos que las provincias perdieron cuando se votó, en plena campaña electoral, la ley impulsada por Sergio Massa que hizo que 800.000 asalariados dejaran de pagar el tributo.
La gestión de Milei no desconoce el impacto que puede tener esta decisión en la clase media, pero la coparticipación de otro gravamen, como el impuesto PAIS, está descartada dado que el Presidente quiere levantar el cepo cambiario. Y cualquier impuesto que se coparticipe, luego sería muy difícil de retirar.
El 24 de enero, la gestión de Milei había enviado al Congreso un proyecto de ley para revertir la reforma de Massa sobre el impuesto a las Ganancias. La iniciativa, denominada «Ley de impuesto a los ingresos personales», contempló un mínimo no imponible de 1.350.000 pesos de salario bruto y una actualización trimestral de las escalas por el índice de precios del consumidor (IPC). Pero días después el Gobierno lo retiró del parlamento, junto a todo el paquete fiscal contenido en la ley ómnibus.
Sin embargo, en las últimas horas en el Gobierno aseguraban que hoy no está definido repetir los montos que figuraban en aquel proyecto de enero. «Nosotros no estamos diciendo que se repiten esos números», dijo una fuente oficial. Es decir, aún no delimitaron quiénes lo pagarán ni cuál será el impacto en el bolsillo.
La estrategia parlamentaria, tampoco está totalmente definida, a la espera de medir la temperatura en la serie de reuniones políticas que iniciará el Gobierno. La idea en principio es que el Congreso trate, por un lado, el corazón de la «ley Bases» (todo lo referido a desregulaciones, promoción de inversiones, reforma del Estado y delegaciones de facultades) y, por el otro, un proyecto con el acuerdo fiscal, donde además de Ganancias figuraría el blanqueo de capitales, la moratoria y otros capítulos impositivos, como el régimen para pymes y Bienes Personales (el capítulo retenciones, que era muy resistido por Córdoba y Santa Fe, quedarí afuera). Serían dos proyectos de ley donde el Gobierno y los gobernadores se llevarían cada uno lo que quiere.
Sin embargo, algunos en la Casa Rosada señalan que se podría tratar todo en una gran iniciativa para asegurar que los capítulos que son de interés del Presidente se voten a libro cerrado, sin mayores trabas. Todo terminará de tomar forma en el intercambio con los gobernadores. «No hay nada hasta que no se converse con ellos», reconoció un colaborador oficial.
Un funcionario dijo a LA NACION: «Con lo que pasó en las sesiones extraordinarias hubo un aprendizaje para el Gobierno pero también para los gobernadores, que terminaron de entender que Milei no le tiembla la mano si tiene que recortar los giros a las provincias. Ahora empieza una negociación con mayor volumen político».
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