A través de la resolución 828/2024, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró este viernes la emergencia fitosanitaria nacional por las plagas de langostas. La medida es puntualmente por la especie langosta sudamericana (Schistocerca cancellata, Serv.) y se extiende hasta el 31 de diciembre de 2025.
Pero pese a los esfuerzos realizados para frenar a las langostas, las poblaciones siguen creciendo y por eso el Senasa ahora debió elevar la situación a «emergencia». El ingeniero Daniel Moriconi, director de INTA regional Catamarca- La Rioja, dijo que apoyan al monitoreo pero que no están a cargo precisamente del tema.
De este modo, Moriconi dijo en medios radiales que INTA colabora para el monitoreo, pero Senasa es quien trabaja para su control.
«Las langostas comen y comienzan a volar y comer más, y se apoyan donde hay verdes son voraces; lo que hace el INTA es decir a la población que donde vean langostas avisen e informen para hacer el protocolo. Estamos preocupados, necesitamos que no se propaguen porque es muy costoso y el daño es enorme», remarcó.
Control
Precisamente, en los considerandos de la resolución, el Senasa recordó que, a través de su sistema de vigilancia permanente, detectó un aumento poblacional de esta plaga en algunas zonas del país, a raíz de lo cual procedió a declarar el alerta fitosanitaria hasta el 31 de diciembre de 2025, mediante una resolución dada a conocer el 26 de febrero pasado.
El tema es que «a la fecha se han detectado y controlado más de mil focos de la plaga en distintas provincias del país», agregó el organismo.
Y completó: «A pesar de los esfuerzos realizados, los niveles poblacionales de la plaga continúan siendo elevados y se han detectado formaciones de mangas en diversas áreas».
A esto hay que sumar que el Senave de Paraguay, equivalente al Senasa argentino, declaró la emergencia fitosanitaria en ese país por la misma plaga. Por esto “resulta necesario elevar el nivel de alerta fitosanitaria a emergencia fitosanitaria, a fin de profundizar las acciones de control, considerando que existen condiciones a nivel regional que favorecen la proliferación de dicha plaga”, concluyó el Senasa.
Langostas
La langosta sudamericana se alimenta de una amplia variedad de material vegetal, incluyendo cultivos, pastizales y flora nativa. Su capacidad de dispersarse hasta 150 km por día le permite afectar tanto zonas rurales como urbanas.
En su fase gregaria, puede formar grandes enjambres, conocidos como mangas, que son difíciles de controlar y altamente destructivos.
Estos insectos tienen un ciclo de vida que incluye dos generaciones anuales, lo que aumenta el riesgo de brotes masivos. Además, su comportamiento migratorio y transfronterizo complica aún más los esfuerzos de control, ya que pueden desplazarse rápidamente a través de las fronteras.
Grave
La declaración de emergencia fitosanitaria a nivel nacional marca la gravedad de la situación y la necesidad de acciones coordinadas y efectivas para controlar esta amenaza. Según un análisis del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la producción sujeta a riesgo en Argentina alcanza los 3.7 mil millones de dólares.
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