Entrenador de fútbol acusado de abuso recuperó la libertad

El entrenador de fútbol infantil imputado en Andalgalá en diciembre último por delitos contra la integridad sexual recuperó la libertad. No obstante, deberá cumplir con pautas de conducta y continuará vinculado a la causa. La Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Exhortos hizo lugar, de manera parcial, a un reclamo del imputado, quien fue asistido por el abogado del foro local Luciano Rojas.

El Tribunal de Alzada estuvo integrado por los jueces Elena Berrondo Isí, Juan Rosales y Edgardo Álvarez. Los magistrados resolvieron por unanimidad disponer la inmediata libertad del acusado. A la vez se fijaron restricciones; entre éstas, no podrá permanecer en Andalgalá –lugar donde se radicó la denuncia- y deberá abstenerse de usar cualquier vía de comunicación con los chicos que denunciaron el hecho. En caso de incumplimiento, inmediatamente se le revocará este beneficio.

A principios de agosto, el juez de Control de Garantías de la Segunda Circunscripción Judicial con asiento en Andalgalá, Martín Maturano Wagner, había confirmado la prisión preventiva para el entrenador de fútbol acusado de ultrajar a niños. De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, la medida era por el plazo de 45 días y de cumplimiento en el domicilio.

Expediente

En diciembre del año pasado, el fiscal de Andalgalá, Martín Camps, recibió las primeras cuatro denuncias. Pasada la Navidad imputó al entrenador por un «abuso sexual simple» y «abuso sexual con acceso carnal, en concurso real, continuado». Durante la indagatoria, el acusado –asistido por un defensor particular-, se mantuvo en silencio. Luego, la fiscal Soledad Rodríguez continuó con la causa y habilitó feria. El Juzgado de Control de Garantías de Andalgalá oportunamente le confirmó la detención.

Los chicos asistían al club para encontrar un lugar de contención y estar alejados de las calles. La institución representaba un lugar de resguardo, ante un grupo vulnerable, en una zona con muchas necesidades. Sus padres los enviaban al club con las mejores intenciones y los chicos disfrutaban de ese momento en la cancha, jugando y entrenando. Sin embargo, el entrenador se habría aprovechado de esta situación. Mediante engaños y promesas habría ultrajado a los chicos. Ellos querían jugar de titulares; no querían estar en el banco. El entrenador habría sacado provecho para consumar los abusos.

Oportunamente, tras unos planteos realizados por la defensa, el Tribunal de Alzada morigeró la imputación. Actualmente, el entrenador está imputado por tres hechos de «abuso sexual simple». Escucha adecuada

El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir. En la gran mayoría de los casos los agresores son del entorno cercano. Puede ser un familiar, un docente o un vecino.

Las niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual no solo deben romper el silencio impuesto por su agresor, sino también encontrar un adulto que crea en sus palabras (o sepa identificar las señales de alerta) y los proteja.

Es importante habilitar el diálogo con un acercamiento tranquilo, en un ámbito de privacidad, sin exponerlos. Habilitar el diálogo no es habilitar un interrogatorio, se aclaró. Muchas veces, el relato es fragmentario, en pedacitos o en tirones. Es importante que sean los profesionales capacitados quienes indaguen acerca de cómo ocurrieron los hechos. Por eso, los adultos cercanos no deben preguntar detalles sobre la forma en que se dio el abuso; tampoco intentar completar las frases o adelantarnos a las respuestas. Sí se debe intentar saber quién fue el agresor a través de su relato para poder protegerlo de nuevos abusos. Es importante no tratar de calmar la propia curiosidad o angustia sino habilitar un canal de comunicación. Si el niño, niña o adolescente no puede contar nada o si se repliega más, no se debe insistir con preguntas. Es importante transmitir confianza.

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