El Juzgado de Control de Garantías de la Segunda Circunscripción Judicial de Andalgalá, confirmó un pedido de careo y de pericias psiquiátricas en el marco de la causa que investiga a Carlos Maximiliano Araya (33) por graves hechos de violencia de género en perjuicio de su expareja.
El hombre está detenido con prisión preventiva en el penal de Miraflores, imputado por «lesiones graves en contexto de violencia de género y carácter psicológico (primer hecho), y lesiones leves y amenazas en grado de autor en contexto de violencia de género y en concurso ideal (segundo hecho), ambos hechos en concurso ideal».
Araya fue arrestado el sábado 20 de julio, sospechado de atacar a golpes a su ex y golpear y amenazar a una amiga de ésta, entre la noche del día anterior y esa madrugada.
El Juzgado rechazó por «improcedente» el planteo realizado por el defensor de Araya, el abogado Hernán Jaime Morales, oponiéndose a la disposición de la Fiscalía a cargo de Martín Camps, de realizar un careo entre la abogada querellante Marcela González y la médica que asistió a la víctima en las instancias posteriores al hecho de violencia de género.
Tampoco hizo lugar a la oposición de la defensa al pedido de una nueva pericia psiquiátrica a la víctima, efectuado por el fiscal.
El careo había sido ordenado por el fiscal hace aproximadamente 50 días y su realización estuvo pautada para la primera semana de octubre. Ante el planteo efectuado por la defensa, la fiscalía lo canceló y remitió el expediente al Juzgado de Control de Garantías para que resuelva.
Fuentes judiciales explicaron que la medida procesal de careo tiene como objetivo contrastar los dichos de la querellante con lo manifestado por la doctora de apellido Pasarlelli, que certificó las lesiones sufridas por la víctima.
La trabajadora de la salud aseguró que fue presionada por la abogada para que el informe beneficie a la damnificada –indicando que las lesiones eran de gravedad-, y complique a Araya.
Por su parte, la querella la denunció por falso testimonio.
«El careo se suspendió porque el Juzgado de Control de Garantías debe resolver la oposición de esta defensa. Es una incongruencia lo que pide el MPF, no tiene ni respaldo jurídico», había dicho Jaime.
En cuanto a la pericia psiquiátrica, se supo que la joven agredida sufrió importante daño por lo que su seguimiento y evaluación debía realizarse en forma periódica para acreditar el daño causado. La pericia tendría como objeto, avanzar en el proceso para determinar la permanencia y gravedad de la lesión.
En este contexto y previo a la intervención del Juzgado de Control, el fiscal rechazó los argumentos del defensor acusando que «se advierten desatinos conceptuales (…) y un creciente desprecio misógino de carácter patriarcal que atenta no solo en relación con una mujer colega sino contra la víctima, y menores de edad, que son los llamados directos e implicados en envergadura por no poder defenderse sino a través de la investigación de esta Fiscalía».
Araya está procesado además en una causa por narcotráfico en el Tribunal Oral Federal de Catamarca. La prisión preventiva dispuesta por la Justicia de la Provincia vencería a mediados de enero, de acuerdo al fallo del Juzgado de Control de Garantías de Andalgalá.
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