Las clases han terminado, pero para la comunidad del JIN (Sede Escuela Nº 995), el trabajo más difícil acaba de empezar. Mientras la mayoría celebra la llegada de la lluvia en esta época del año, para el jardín la situación es desesperante: hoy, incluso sin nubes en el cielo, las goteras dentro de las salas y el salón no se detienen.
Una lucha contra el tiempo y el olvido
Es doloroso ver cómo el esfuerzo diario por mantener la institución en pie se desmorona bajo el agua. La filtración constante no es solo un problema de humedad; es una amenaza directa que ya está ocasionando daños irreparables en:
Documentación oficial de los alumnos.
Mobiliario y materiales didácticos esenciales.
Paredes e infraestructura general.
«Nos cansamos de golpear puertas, elevar notas y hablar con funcionarios. Esto no es de ahora; son años de pedir ayuda sin obtener nada», expresaron con tristeza desde la institución. Hasta el momento, el único sostén real ha sido el compromiso de las familias y el personal docente, pero el problema ha superado sus posibilidades económicas.
El sueño de un ciclo lectivo 2026 seguro
El objetivo es claro: garantizar la integridad física de los niños. Para que el inicio del próximo año escolar no sea una incertidumbre, se necesita actuar de inmediato. Por ello, la institución apela a la histórica solidaridad de la comunidad andalgalense, exalumnos, exdocentes, comerciantes y empresarios.
¿Cómo podés ayudar?
Se ha lanzado una campaña para recolectar materiales específicos y fondos para la mano de obra. Cada "granito de arena" cuenta para alcanzar este sueño que hoy parece lejano.
Materiales necesarios:
Membrana: 50 rollos.
Pintura asfáltica: 20 tachos.
Otros: Cemento, canaletas y áridos.
Vías de colaboración:
Aportes económicos (Alias): JIN10AND (A nombre de Pandolfi, Adriana del Valle).
Teléfonos de contacto: 3835-529729 o 3835-437132.
«Nuestros niños merecen aprender en un espacio seguro. Con su apoyo, podemos transformar estas goteras en un techo digno para el futuro de Andalgalá».
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