El sepelio será en San Miguel

El velorio de Aranda fue realizado ayer en la localidad de Saujil y se espera que hoy su cuerpo sea sepultado en la localidad de San Miguel. La mujer falleció ayer a la mañana en el Hospital San Juan Bautista, donde agonizó desde el 4 de febrero, cuando recibió un disparo en la cabeza.

Por las características de las lesiones, el fiscal interviniente, Martín Camps, solicitó que se realice la autopsia, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Morgue, ubicadas en el Cementerio Municipal de la Capital. Más tarde el informe de la autopsia indicó que la causa de muerte fue por "lesión en el hemisferio cerebral izquierdo por proyectil de arma de fuego".

Fuentes judiciales explicaron que por el deceso de Aranda es inminente un agravamiento en la calificación del hecho, lo que implica que el único sospechoso detenido, Diego Gastón Ortega (43), deba ser sea indagado nuevamente.

Paralelamente se incorporarán nuevos elementos al expediente y no se descarta que se soliciten nuevos informes, además de las pericias y evaluaciones, entre ellas la psicológica, que sería realizada la próxima semana en las instalaciones del Cuerpo Interdisciplinario Forense de la Capital.

Desde que se registró el brutal ataque a Aranda y su hija, la familia y sus allegados prefirieron mantenerse alejados de los medios de comunicación y evitaron todo tipo de exposición.

Ortega, al agredir a su expareja también hirió a Luz Ariana Ortega (21), hija de la mujer, a quien, según lo informado por una hermana de la progenitora fallecida, Ortega le dio el apellido. La joven fue gravemente herida con disparos de arma de fuego y tras permanecer internada en el Hospital San Juan Bautista varios días fue dada de alta esta semana.

De acuerdo con la información a la que pudo acceder este diario, continúa con controles médicos y tratamiento psicológico.

Marcha en Andalgalá

Un grupo de mujeres andalgalenses se movilizaron en la tarde de ayer pidiendo justicia por Cinthia Aranda. El grupo se concentró en la Plaza 9 de Julio y marchó por las calles céntricas de la ciudad de Andalgalá.

Hizo una parada frente al edificio de la Fiscalía de Instrucción y la Comisaria Departamental, con pancartas y reclamos a viva voz.

“Sabemos que el detenido esta acá. Necesitábamos hacernos escuchar a pesar de la lluvia, que sepan que acá también vamos a estar repudiándolo. No vamos a permitir que nos sigan matando, que nos sigan maltratando y que la Policía siga encubriendo a los asesinos", remarcaron.

"Lo que generó mucha rabia fue ver que estaban protegiendo, sus amigos, los policías, a Ortega, como se los vio en las redes sociales, en una foto y un video, tomando mate en la comisaría mientras su expareja agonizaba en el hospital” dijo Vanesa, una de las manifestantes.

La mujer, visiblemente conmovida y fastidiada por la situación que trascendió las fronteras de la comunidad de Saujil, distante a aproximadamente 80 kilómetros, remarcó el acompañamiento y las condolencias a la familia de Cinthia Aranda y a su hija.

Finalmente sostuvo que junto a los demás manifestantes “vinimos a la comisaría para que él (Ortega) nos escuche. Sabemos que está acá y necesitamos que escuche nuestro repudio”.

El hecho

El viernes 4 de febrero Ortega, que presuntamente se encontraba en su casa de Colpes, se desplazó a la vivienda de las dos víctimas portando su arma reglamentaria.

Según los primero testimonios, su hijo advirtió a Aranda que él iba en camino. Ella dio aviso a la comisaría de Saujil pero los efectivos llegaron tarde, cuando las dos mujeres ya habían sido baleadas.ancasti

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