Desesperados y desilusionados, el matrimonio conformado por Julio Aivar y Micaela Gómez, padre de un menor discapacitado, tomó la decisión de tomar una de las casas entregadas por el IPV. Esta había sido prometida, pero la cedieron a una mujer soltera, quien sería efectivo policial.
Nuevamente el reclamo por una vivienda digna genera, en primer término, que una familia tome un módulo habitacional y luego que vecinos, en apoyo de este reclamo, corten la Ruta n° 43,. Todo esto acontece en la localidad de Saujil, Pomán, y en en solidaridad a los padres de un pequeño con discapacidad, que la comunidad se está manifestando. La familia que optó por tomar la vivienda acusa que les habían prometido una justamente en el barrio 32 viviendas, hecho que no se concretó.
Ante la toma. se montó este lunes un operativo policial en torno a la casa tomada, con la intención que los papás del menor desistan de su actitud. “Queremos que venga una entidad competente y nos de una solución", apuntó Julio Fabián Aivar, papá del pequeño Ian, un niño de dos años y medio con discapacidad, en diálogo con La Unión.
Aivar explicó que la situación que vive con su pareja, Micaela Gómez, y su pequeño es “algo muy doloroso”, y cuestionó que las viviendas se hayan entregado a personas que “no les corresponde”. El matrimonio apuntó que en el barrio 32 viviendas en Saujil no hay ninguna familia con personas con discapacidad que fueran adjudicadas como se tiene estipulado, y denunciaron “acomodos".
“Es una burla, estas son viviendas sociales, para gente con escasos recursos. Queremos una solución tanto para la familia a la que le dieron la casa, como para nosotros.” sostuvo Micaela. La familia ha pasado tres días en la vivienda, pero, aun así, señalaron, ninguna autoridad se acercó con una solución como corresponde.
Al respecto desde la ONG UCCO Solidario, quienes se encuentran apoyando a la familia, denunciaron represión y persecución, apuntando que uno de los padres que trabaja en la municipalidad fue amenazado con ser despedido.
Según indicaron, a Julio Fabián Aivar se le iba a entregar la casa n° 1 o la n° 3, que son las viviendas que, según lo estipulado por el IPV, son entregadas a personas con discapacidad. No obstante, no poco después, el matrimonio se dio con la ingrata sorpresa de que no recibirían la tan esperada vivienda.
Por esta razón, la familia tomó la desesperada resolución de tomar una de las casas que les correspondería.
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