Luis Miguel Décima, falleció el lunes 29 a la madrugada en un sanatorio privado de esta ciudad Capital donde fue derivado de urgencia el pasado 22 de julio con el ochenta por ciento de la superficie corporal quemada. El arresto de la pareja llega luego de que la justicia manejara varias hipótesis sobre la muerte de Décima.
En la jornada de ayer, la investigación tuvo un giro importante que puso bajo la lupa de la justicia la posible participación de una tercera persona en el hecho. Es decir, que para la instrucción hay sospechas de que Décima no se haya quemado de forma «accidental» sino que pudiera haber «sido quemado».
Dicha línea investigativa se reforzó con el correr de los días en los María Florencia Reartes Soto.
Voceros judiciales indicaron que los investigadores advirtieron fuertes contradicciones en los testimonios brindados por allegados a la víctima quienes estuvieron momentos antes, durante y posteriores a que ocurriera el hecho que terminó con la vida de Décima.
Según trascendió, aquel 22 de julio cuando Miguel Ángel Décima fue llevado por familiares al hospital zonal de Belén habrían referido que el hombre había querido encender una estufa de leña en su casa, en la que habitaba también su pareja y su hija, cuando algo «explotó» entre la leña y las llamas lo «alcanzaron» sufriendo quemaduras en ambas manos, vías respiratorias y rostro.
Ya en el centro de salud, testigos habrían referido a la investigación, tras conocerse el deceso de Décima que cuando la víctima ingresó al hospital habrían escuchado a un familiar decir que a Décima, supuestamente le habían arrojado alcohol y le prendieron fuego.
Otra versión que también llegó a la justicia y plantó la duda en cuanto a que si el hecho fue un accidente o hubo la participación de una tercera persona y podría tratarse de un homicidio, sería un testimonio que fue recabado por los investigadores que daba cuenta que momentos antes del hecho la víctima habría llegado supuestamente alcoholizada a su casa en el barrio 20 viviendas de Londres, donde habría mantenido una discusión con su pareja. En esas circunstancias aparentemente en una acción de defensa Décima habría sido roseado con alcohol prendiéndose fuego.
El tenor de las contradicciones en los testimonios que, analizados junto a otras pruebas independientes del expediente, llevaron a la fiscalía a solicitar ayer la colaboración en el lugar del hecho, es decir en la casa de Décima del personal de la División Homicidios de la policía quienes viajaron desde esta Capital, junto al perito en siniestro de la Dirección de Bomberos y personal de la Dirección de Criminalística.
Lo que se busca es poder determinar en base a los indicios que quedaron en la escena de la tragedia si la muerte de Miguel Ángel Décima fue accidental o si se trató de un homicidio.
Cabe recordar que la operación de autopsia determinó como causal del deceso «falla multiorgánica». Decima tenía el ochenta por ciento de la superficie de su cuerpo quemada. el esquiu
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