Reflexiones y Repudio a la Violencia sobre el ataque a la sede de Minera Agua Rica en Andalgalá


Por Rodolfo Tarraubella (Fundación EcoConciencia)
La violencia paraliza, sorprende e intimida a la víctima. Es una herramienta que quita las ganas de vivir para el que la sufre, pero para el que la ejerce, le genera placer y adicción. De allí, su fuerte peligrosidad.

La TIRANÍA DE LA VIOLENCIA pone a su víctima en la encrucijada de elegir entre hacer la voluntad del violento, o poner en riesgo la vida, o la calidad de su vida. Quien ejerce la violencia tiene un enemigo claro que es el diálogo, porque el mismo significa reconocer a una persona en el otro, y si la reconoce, podría haber empatía y generar culpa, y por sobre todas las cosas correría el riesgo de perder la fantasía, o sea, el creer que el otro es un monstruo al que hay que eliminar, y justificar de ese modo su accionar.

La violencia no debe ser una opción, sino un verdadero grito de desesperación, en cambio, se empezó a transformar en una adicción, en una herramienta para el reconocimiento, de ser mediático, de ser importante, de transitar el camino del héroe, un camino de goce adictivo.

Asimismo, empresas y gobierno, durante mucho tiempo, le reconocieron al violento, ventajas por sobre el dialoguista o pacífico, alimentando a la violencia.

No debemos reaccionar a la violencia con violencia, ya que estaremos generando una escalada de violencia alimentada por el mismo veneno. Debemos trabajar la violencia mostrándola, haciendo visible lo invisible, dejar los miedos para encararla y ponerle palabras al dolor, a la bronca, a la ira, para empezar a reconocer al otro como una persona diferente, para reconocer que puede haber disensos y desacuerdos, pero que ese que piensa diferente, que me genera tanta bronca, es un ser humano, es parte de la diversidad que tanto amamos.

Y por sobre todas las cosas, debemos cuidar las palabras que usamos cuando estamos invadidos por la ira, porque LAS PALABRAS MATAN TANTO COMO LAS BALAS, y antes de cada genocidio, de cada guerra, estuvieron los discursos de odio Hace más de diez años que venimos generando y organizando mesas de diálogo en espacios de mucho desacuerdo, en espacios de conflicto, y por ello fuimos y somos atacados violentamente, denostados, y sufriendo bullying de diferentes formas. Pero creemos que dialogar es la herramienta que nos permite reconocernos como seres pensantes, y como seres humanos íntegros.

Nos pone muy contentos, que hoy, desde la iglesia, desde la empresa, desde el gobierno local, y desde el gobierno provincial y nacional, se reconozca nuestro trabajo, escuchando que todos están de acuerdo en la necesidad del diálogo para el tratamiento y transformación del conflicto.

“Me opongo a la violencia, porque cuando parece causar el bien éste sólo es temporal, el mal que causa es permanente” Mahatma Gandhi

“La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve” Martin Luther King

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