Un nuevo caso de presunta brutalidad policial fue denunciado, esta vez en la ciudad de Andalgalá, por Víctor Andrada Cativa (28) quien aseguró haber sido insultado y golpeado por efectivos de la Comisaría Departamental Andalgalá. Sucedió el viernes 21 pero se conoció en las últimas horas, cuando familiares del damnificado se pusieron en contacto con este diario (Ancasti) por las repercusiones generadas por otro caso de supuestos apremios, registrado en Tinogasta el 9 de mayo, en el que un hombre de 19 años sufrió fractura expuesta de tibia y peroné.
En diálogo con El Ancasti explicó que es de profesión contador público nacional y que por cuestiones laborales estuvo viviendo en una cabaña ubicada en un complejo que queda a aproximadamente cuatro kilómetros del centro de la ciudad de Andalgalá junto con un compañero de trabajo.
"Por trabajo estuvimos alojados en varios departamentos por algunos meses. Desde abril nos radicamos en Andalgalá y ya nos estamos yendo con otro destino. Ese día, que coincidió con los anuncios de las nuevas restricciones que comenzaron a regir el sábado 22, nos juntamos en nuestra cabaña con la novia de mi compañero y su amiga, que vivían juntas en la cabaña contigua a la nuestra y con las cuales teníamos contacto diario", comentó.
Recordó que eran aproximadamente las 22.30 cuando estaban cenando con música fuerte y llegó un móvil policial.
"Golpearon la puerta y cuando abrimos entraron los policías, muy violentos. Me pidieron que salga al patio y cuando iba saliendo me pegaron un tremendo golpe en uno de los oídos. Me aturdió tanto que caí al suelo. Uno de los policías me apretó con su rodilla en la espalda al tiempo que me daba golpes de puño", relató.
Aseguró que una mujer policía le dio una patada y que mientras esto sucedía, las chicas también fueron sacadas de la cabaña por la fuerza.
"La novia de mi amigo comenzó a gritar mientras y cuando él salió le dieron una patada en una rodilla. Cayó al suelo y lo golpearon en la cara. Y eso que ninguno ofreció resistencia en ningún momento", agregó.
"Nos subieron a golpes al móvil y mientras nos trasladaban a la Comisaría nos golpearon. A mí me tiraron al suelo, me pusieron los pies encima y me dieron muchas cachetadas y puñetazos", señaló.
Sostuvo que las agresiones continuaron en la dependencia policial. En todo momento "fuimos humillados y tratados como si fuésemos escoria, una porquería, cuando en realidad no habíamos hecho nada".
"No nos preguntaron nuestros nombres, no nos pidieron que bajemos la música, ni siquiera nos dijeron el porqué nos llevaban arrestados. Estábamos en nuestro lugar de residencia cenando, nada más”, lamentó.
Sostuvo que entre otras agresiones “nos preguntaron dónde habíamos dejado la droga, qué hicimos con los cuchillos", manifestó.
Informó además que recién el jueves pudo radicar la denuncia penal correspondiente en la Fiscalía de Instrucción de Andalgalá, a cargo de Marta Nieva, y que a pesar de haber pedido ser revisado por un médico de policía para que quede constancia de las lesiones sufridas la revisación, la atención le fue negada en la sede policial.
"Al final y porque no aguantaba más los dolores, fui al hospital pero no me creyeron lo que les conté. Me dijeron que me ponga hielo en los hematomas, me pusieron un inyectable y me mandaron a la casa”, indicó.
Finamente dijo que recibió asistencia médica en forma particular.
52 denuncias en nueve departamentos
De acuerdo con estadísticas judiciales, el año pasado se registraron 52 denuncias por apremios policiales en la Primera Circunscripción Judicial, que comprende los departamentos Capital, Capayán, Fray Mamerto Esquiú, Valle Viejo, Ancasti, Ambato, Paclín, Santa Rosa y El Alto. Los datos correspondientes al resto de la provincia aún no fueron dados a conocer por la Policía y la Justicia. Comparando con las estadísticas de años anteriores, se puede afirmar que en 2020 hubo 12 denuncias menos en la misma circunscripción que en 2018. Sin embargo los hechos registrados este año que se pudieron conocer, dejaron graves secuelas en las víctimas.
Por ejemplo el último hecho que se pudo conocer y que puso al descubierto lo sucedido en Andalgalá, involucra a un joven de 19 años a quien debieron colocarle una prótesis por fractura de tibia y peroné. Ese hecho ocurrió e Tinogasta, donde la Comisaría Departamental cuenta con otras graves denuncias por apremios. Por la gravedad de los hechos la Jefatura de Policía viajó a Tinogasta donde comisionó a un comisario para que realice una investigación administrativa. Otro antecedente tuvo como damnificado en abril a un hombre de apellido Rearte, que sufrió fractura de cráneo y costillas y grave lesión en un ojo, supuestamente al ser atacado por efectivos de la Comisaría de Chumbicha, Capayán.
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