Las abundantes precipitaciones registradas en las últimas horas trajeron un alivio necesario a la provincia de Catamarca, aumentando los niveles de agua en varios diques. Sin embargo, la preocupación por la sequía, que había dominado el panorama hídrico hasta la semana pasada, persiste.
El dique Las Pirquitas experimentó un aumento de 1.20 metros en su nivel, un dato que, aunque positivo, refleja solo una parte de la situación general. Este incremento fue recibido como un respiro en un contexto donde las reservas hídricas habían alcanzado niveles alarmantemente bajos, con el dique ubicado a 13.55 metros por debajo del vertedero hace apenas unos días.
El dique El Jumeal, en cambio, se encuentra a 4.29 metros por debajo del nivel esperado para esta época, una cifra que, según las autoridades, es preocupante pero se alinea con tendencias históricas.
En el caso de los diques La Cañada y Sumampa, ambos se sitúan aproximadamente en un 80% de su capacidad, mientras que el dique Collagasta alcanza un 70%.
La semana pasada, la situación era crítica. Con los diques presentando niveles de agua alarmantemente bajos, se habían generado serias inquietudes sobre el abastecimiento de agua para consumo humano y riego agrícola. La falta de lluvias había llevado a que los principales embalses estuvieran por debajo del nivel del vertedero, lo que amenazaba tanto a la población como a las actividades agrícolas.
Las lluvias recientes mejoraron la situación en zonas como Telaritos, Balde de la Punta y El Quemado, donde se recuperaron las reservas de las represas locales. Sin embargo, la demanda de agua para consumo y riego sigue siendo alta, y las reservas deben ser gestionadas cuidadosamente para evitar futuros desabastecimientos.
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